Dos hermanos, hijos de un leñador, viven con su padre y su madrastra cerca de un bosque, la madrastra odiaba a los niños. Como eran muy pobres, a la madrastra se le ocurrió la idea llevar a los niños a la parte más profunda del bosque y dejarlos allí abandonados.
Dos hermanos, hijos de un leñador, viven con su padre y su madrastra cerca de un bosque, la madrastra odiaba a los niños. Como eran muy pobres, a la madrastra se le ocurrió la idea llevar a los niños a la parte más profunda del bosque y dejarlos allí abandonados. El padre no quería porque amaba tanto a sus hijos, pero tanto insistió su mujer que finalmente lo convenció. Una noche, mientras los dos niños estaban a punto de dormir, oyeron la decisión de sus padres. Entonces, Hansel juntó un puñado de piedras blancas y las guardó en el bolsillo. Cuando a la mañana siguiente se levantaron temprano para cumplir el plan tramado, Hansel, disimuladamente, iba arrojando piedrecitas para no perderse y poder regresar al hogar junto con su hermana. Ya en el bosque los niños cansados se durmieron; al despertar en la noche, se dieron cuenta de su soledad pero gracias a las piedrecitas arrojadas por Hansel les fue fácil retornar a su casa. Esto mismo se repitió en varias ocasiones, porque cuando la familia no tenía qué comer, llevaban a los niños al bosque y los desorientaban. Sin embargo, un día Hansel señaló el camino con miguitas de pan en vez de piedrecitas y los pájaros se las comieron. No pudieron regresar ni salir del bosque y así anduvieron tres días perdidos. De pronto llegaron a una extraña casita de chocolate, bizcochuelos y ventanas de azúcar. Hansel se subió al tejado y le dio un mordisco; Gretel empezó a comer los cristales de azúcar de una ventana. De pronto se abrió la puerta de la casa y apareció una mujer muy vieja apoyada en un bastón. Los niños se asustaron, pero ella con su actitud bondadosa los convenció para que entraran, les sirvió una cena deliciosa y les preparó dos camas primorosas para dormir. Aquella mujer era una bruja muy mala; con su casa hecha de golosinas atraía a los niños; luego los encerraba, los mataba y los asaba para comérselos. Así hizo al día siguiente con Hansel: lo encerró en un corral y ordenó a Gretel llevarle el agua y la comida para hacerlo engordar hasta tenerlo listo. A las cuatro semanas, Gretel se vio obligada a ayudar a la bruja en todos los preparativos para matar y guisar a su hermano. Cuando la malvada mujer metió la cabeza en la boca del horno para ver si estaba caliente, Gretel le dio un empujón, la hizo caer dentro y cerró la puerta. Luego buscó a su hermano y lo liberó. Antes de salir de la casa de la bruja, se llenaron los bolsillos de perlas y brillantes que ésta tenía escondidos. Caminaron muchas horas, llegaron a un río y un patito los pasó a la otra orilla; luego les fue fácil reconocer el camino a casa. Cuando arribaron, el padre lloró de alegría. El papá se había divorciado de la madrastra Los niños vaciaron sus bolsillos y rodaron por el suelo las piedras preciosas, el padre se puso muy contento y los chicos con él. Se habían vuelto ricos Desde ese día vivieron felices los tres juntos
Respuesta:
Argumento del cuento de los Hermanos Grimm
Dos hermanos, hijos de un leñador, viven con su padre y su madrastra cerca de un bosque, la madrastra odiaba a los niños. Como eran muy pobres, a la madrastra se le ocurrió la idea llevar a los niños a la parte más profunda del bosque y dejarlos allí abandonados.
Explicación:
espero te ayude:D
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Dos hermanos, hijos de un leñador, viven con su padre y su madrastra cerca de un bosque, la madrastra odiaba a los niños. Como eran muy pobres, a la madrastra se le ocurrió la idea llevar a los niños a la parte más profunda del bosque y dejarlos allí abandonados. El padre no quería porque amaba tanto a sus hijos, pero tanto insistió su mujer que finalmente lo convenció. Una noche, mientras los dos niños estaban a punto de dormir, oyeron la decisión de sus padres. Entonces, Hansel juntó un puñado de piedras blancas y las guardó en el bolsillo. Cuando a la mañana siguiente se levantaron temprano para cumplir el plan tramado, Hansel, disimuladamente, iba arrojando piedrecitas para no perderse y poder regresar al hogar junto con su hermana. Ya en el bosque los niños cansados se durmieron; al despertar en la noche, se dieron cuenta de su soledad pero gracias a las piedrecitas arrojadas por Hansel les fue fácil retornar a su casa. Esto mismo se repitió en varias ocasiones, porque cuando la familia no tenía qué comer, llevaban a los niños al bosque y los desorientaban. Sin embargo, un día Hansel señaló el camino con miguitas de pan en vez de piedrecitas y los pájaros se las comieron. No pudieron regresar ni salir del bosque y así anduvieron tres días perdidos. De pronto llegaron a una extraña casita de chocolate, bizcochuelos y ventanas de azúcar. Hansel se subió al tejado y le dio un mordisco; Gretel empezó a comer los cristales de azúcar de una ventana. De pronto se abrió la puerta de la casa y apareció una mujer muy vieja apoyada en un bastón. Los niños se asustaron, pero ella con su actitud bondadosa los convenció para que entraran, les sirvió una cena deliciosa y les preparó dos camas primorosas para dormir. Aquella mujer era una bruja muy mala; con su casa hecha de golosinas atraía a los niños; luego los encerraba, los mataba y los asaba para comérselos. Así hizo al día siguiente con Hansel: lo encerró en un corral y ordenó a Gretel llevarle el agua y la comida para hacerlo engordar hasta tenerlo listo. A las cuatro semanas, Gretel se vio obligada a ayudar a la bruja en todos los preparativos para matar y guisar a su hermano. Cuando la malvada mujer metió la cabeza en la boca del horno para ver si estaba caliente, Gretel le dio un empujón, la hizo caer dentro y cerró la puerta. Luego buscó a su hermano y lo liberó. Antes de salir de la casa de la bruja, se llenaron los bolsillos de perlas y brillantes que ésta tenía escondidos. Caminaron muchas horas, llegaron a un río y un patito los pasó a la otra orilla; luego les fue fácil reconocer el camino a casa. Cuando arribaron, el padre lloró de alegría. El papá se había divorciado de la madrastra Los niños vaciaron sus bolsillos y rodaron por el suelo las piedras preciosas, el padre se puso muy contento y los chicos con él. Se habían vuelto ricos Desde ese día vivieron felices los tres juntos