ashlynikitaEsta obra se estrenó en 1824, aunque años antes ya había pensado en su composición. Poco tiempo atrás, la Revolución Francesa de 1789 supone la toma del poder por la burguesía, que tiene su eco en otros países europeos. Los principios ideológicos de la ilustración son recogidos también en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad prenden en las nuevas generaciones que tienden a derribar el absolutismo. Desde mediados del siglo XVIII tiene lugar la Revolución Industrial. Esta industrialización crea nueva polarización entre clases (patronos y obreros) que dará lugar a nuevos conflictos sociales.
El movimiento cultural Sturm und Drang (tempestad y emoción), en las décadas finales de siglo supone la disolución de las formas cortesanas acentuando la libertad y el sentimiento y rechazando el racionalismo riguroso, anticipa lo que será el romanticismo.
Beethoven encarna el tránsito del estilo clásico al estilo romántico rompiendo el esquema cerrado de las formas musicales para adaptarlas a esta incipiente libertad individual. Es el primer músico que vive de lo que vende componiendo, algo que ya intentó Mozart mas no lo consiguió por su temprana muerte, creando un precedente en el oficio de compositor, despegándose del mecenazgo al que están sometidos otros músicos como Haydn.
El 7 de mayo de 1824, diez años después de la Octava Sinfonía, Ludwig van Beethoven da a conocer al mundo su Novena Sinfonía, en re menor, posteriormente conocida como “Sinfonía Coral”. La presentación tiene lugar en el Teatro de la Corte Imperial de Viena, abarrotado de celebridades, aristócratas, nobleza y sangre real. Nadie quiere perderse el estreno de la esperada sinfonía y de la que se presume que sea la última aparición pública del genio alemán, como efectivamente así fue: en los tres años siguientes, se recluyó en casa aquejado de diversas enfermedades que lo postraron hasta su muerte. Beethoven sube a la tarima de espaldas al público, y no se da la vuelta ni aún finalizado el recital. Su sordera es total, no oye absolutamente nada de lo que ha creado. Cuando la sinfonía concluye, el teatro estalla en aplausos, y una solista ha de alzar el brazo del maestro y girarlo para que vea, entre lágrimas, como todo el público puesto en pie lo homenajea enardecido, en lo que es un triunfo musical.
El movimiento cultural Sturm und Drang (tempestad y emoción), en las décadas finales de siglo supone la disolución de las formas cortesanas acentuando la libertad y el sentimiento y rechazando el racionalismo riguroso, anticipa lo que será el romanticismo.
Beethoven encarna el tránsito del estilo clásico al estilo romántico rompiendo el esquema cerrado de las formas musicales para adaptarlas a esta incipiente libertad individual. Es el primer músico que vive de lo que vende componiendo, algo que ya intentó Mozart mas no lo consiguió por su temprana muerte, creando un precedente en el oficio de compositor, despegándose del mecenazgo al que están sometidos otros músicos como Haydn.
El 7 de mayo de 1824, diez años después de la Octava Sinfonía, Ludwig van Beethoven da a conocer al mundo su Novena Sinfonía, en re menor, posteriormente conocida como “Sinfonía Coral”. La presentación tiene lugar en el Teatro de la Corte Imperial de Viena, abarrotado de celebridades, aristócratas, nobleza y sangre real. Nadie quiere perderse el estreno de la esperada sinfonía y de la que se presume que sea la última aparición pública del genio alemán, como efectivamente así fue: en los tres años siguientes, se recluyó en casa aquejado de diversas enfermedades que lo postraron hasta su muerte. Beethoven sube a la tarima de espaldas al público, y no se da la vuelta ni aún finalizado el recital. Su sordera es total, no oye absolutamente nada de lo que ha creado. Cuando la sinfonía concluye, el teatro estalla en aplausos, y una solista ha de alzar el brazo del maestro y girarlo para que vea, entre lágrimas, como todo el público puesto en pie lo homenajea enardecido, en lo que es un triunfo musical.