La agricultura antigua se basaba en el trabajo manual.
Los sembradíos antiguamente eran de baja escala y en ellos no se usaban agro-químicos.
Culturas como la maya usaba técnicas de riego y las terrazas para cultivos, pero no se hacía un control químico para fertilizar o controlar plagas.
Algunos agricultores usaban cenizas para regular lo que hoy conocemos como acidez del suelo.
No es sino hasta el Siglo XIX, al evidenciarse un alto agotamiento e los suelos en Europa y debido a la hambruna por falta de alimentos que se comienza a buscar mecanismos para mejorar la producción agrícola.
En consecuencia, estudios determinaron los componentes que se requerían para mejorar el desarrollo de las plantas y así comienzas a surgir y evolucionar los agro-químicos, los cuales son los que hasta hoy se usan en la producción agrícola.
Puede destacarse que el uso de éstos permitió extender las cantidades de tierras en producción, mejorar la calidad de los productos agrícolas pues se comenzó con el control de plagas y la fertilización de los suelos de manera más industrializada.
Los avances en la química agrícola favoreció a diversificar la producción y producir en zonas en las que antes era impensable.
Sin embargo, estas tecnologías que han permitido incrementar la cantidad de productos agrícolas para consumo humano y hasta el animal, ha generado consecuencias negativas para el medio ambiente, pues su toxicidad ha generado contaminación de aguas y suelos.
Esta situación ha hecho que hoy se busquen medidas alternas para mantener los indices de producción pero disminuir el impacto ambiental y generar alimentos mas sanos, es decir, disminuir el uso de agro-químicos y reforzar el uso de productos orgánicos.
La agricultura antigua se basaba en el trabajo manual.
Los sembradíos antiguamente eran de baja escala y en ellos no se usaban agro-químicos.
Culturas como la maya usaba técnicas de riego y las terrazas para cultivos, pero no se hacía un control químico para fertilizar o controlar plagas.
Algunos agricultores usaban cenizas para regular lo que hoy conocemos como acidez del suelo.
No es sino hasta el Siglo XIX, al evidenciarse un alto agotamiento e los suelos en Europa y debido a la hambruna por falta de alimentos que se comienza a buscar mecanismos para mejorar la producción agrícola.
En consecuencia, estudios determinaron los componentes que se requerían para mejorar el desarrollo de las plantas y así comienzas a surgir y evolucionar los agro-químicos, los cuales son los que hasta hoy se usan en la producción agrícola.
Puede destacarse que el uso de éstos permitió extender las cantidades de tierras en producción, mejorar la calidad de los productos agrícolas pues se comenzó con el control de plagas y la fertilización de los suelos de manera más industrializada.
Los avances en la química agrícola favoreció a diversificar la producción y producir en zonas en las que antes era impensable.
Sin embargo, estas tecnologías que han permitido incrementar la cantidad de productos agrícolas para consumo humano y hasta el animal, ha generado consecuencias negativas para el medio ambiente, pues su toxicidad ha generado contaminación de aguas y suelos.
Esta situación ha hecho que hoy se busquen medidas alternas para mantener los indices de producción pero disminuir el impacto ambiental y generar alimentos mas sanos, es decir, disminuir el uso de agro-químicos y reforzar el uso de productos orgánicos.