Incluso si le quitas a todos sus habitantes, la Tierra aún seguiría "viva".
Su núcleo líquido se mueve, generando un campo magnético que envuelve al planeta.
Los volcanes en erupción vomitan gases y pavimentan nuevas tierras con lava fresca.
La superficie terrestre es un rompecabezas de placas del tamaño de continentes que se empujan, se rozan y chocan entre sí, generando poderosos procesos que forman montañas y transforman paisajes.
Y el metabolismo geológico del planeta -especialmente el dinamismo de sus placas tectónicas- es también responsable de hacerlo habitable.
Si el planeta fuese una roca espacial fría, muerta e inerte, probablemente la vida como la conocemos no podría existir.
Otros mundos en el Sistema Solar tienen superficies antiguas con marcas de cráteres de millones o incluso miles de millones de años.
Sin embargo, sobre la Tierra, las placas tectónicas se desplazan y se deslizan, renovando constantemente su superficie. En las dorsales oceánicas el magma se eleva, formando una nueva corteza al separar dos placas
Cuando dos placas se presionan entre sí, una sección de una puede quedar bajo la otra. Ese proceso puede cavar trincheras oceánicas profundas o inducir erupciones volcánicas.
Y a veces, como en los Himalayas, las placas continentales chocan entre sí y, al no tener otro destino, construyen montañas.
El extraño caso de la isla que sufre 500 terremotos al año a pesar de que está lejos de cualquier falla geológica
Qué son las “cuasipartículas” y cómo pueden cambiar tu vida en el futuro
Proceso vital
Todo eso es esencial para que haya vida sobre la Tierra.
Esos procesos llevan carbono dentro y fuera del interior del planeta, regulando la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, un gas con efecto invernadero.
Cuando hay demasiado, la atmósfera atrapa mucho calor.
extraterrestre en el que puede haber vida.
"La temperatura de la superficie aumenta y la Tierra finalmente se convierte en un planeta como Venus", dice Jun Korenafa, geofísico de la Universidad de Yale, EE.UU.
Y si hay demasiado poco, todo el calor se escaparía dejando al planeta inhóspito y frío.
El ciclo de carbono, por lo tanto, actúa como un termostato global, regulándose a sí mismo cuando es necesario (aunque no toma en cuenta el exceso de dióxido de carbono que está causando el cambio climático por la actividad humana).
Un clima más cálido también genera más lluvia, que ayuda a extraer más dióxido de carbono fuera de la atmósfera.
El gas se disuelve en gotas que caen sobre la roca expuesta y las consecuentes reacciones químicas liberan el carbono y minerales como el calcio.
El agua entonces fluye a través de ríos y riachuelos, hasta alcanzar finalmente el océano donde el carbono forma rocas carbonatadas y objetos orgánicos como conchas marinas.
El carbonato se sedimenta en el fondo marino sobre una placa tectónica que queda bajo subducción, llevando el carbono al interior de la Tierra.
Entonces, los volcanes escupen el carbono de vuelta a la atmósfera en forma de dióxido de carbono.
Después de cientos de millones años, el ciclo finalmente se termina.
Actividad tectónica
Y no solo la subducción devuelve el carbono al manto terrestre: la actividad tectónica también lleva rocas frescas a la superficie que, expuestas, son cruciales para las reacciones químicas que liberan minerales.
Las montañas, formadas de placas tectónicas, canalizan el aire hacia arriba, donde se enfría, se condensa y forma gotas de lluvia que ayudan a extraer el carbono de la atmósfera.
Luego están los volcanes. "La placas tectónicas ayudan a mantener el vulcanismo activo por mucho tiempo", dice Brad Foley, un geofísico de la Universidad de Penn State, EE.UU.
"Si el vulcanismo no devolviera el dióxido de carbón a la atmósfera, el planeta podría quedar muy frío".
Y mantener un clima cálido es clave para un planeta habitable.
Placas y diversidad
Las placas tectónicas también hacen otras contribuciones.
Hay estudios que sugieren, por ejemplo, que la erosión y los procesos de meteorización eliminan de la roca elementos como el cobre, el zinc y el fósforo, llevándolos hasta el mar.
Son nutrientes importantes para organismos como el plancton y podrían haber sido responsables de estallidos de diversidad como la explosión cámbrica ocurrida hace 540 millones de años.
Hay pruebas que también sugieren que períodos de poca erosión -con menos nutrientes disponibles en el océano- coincidieron con eventos de extinción masiva.
Respuesta:
Incluso si le quitas a todos sus habitantes, la Tierra aún seguiría "viva".
Su núcleo líquido se mueve, generando un campo magnético que envuelve al planeta.
Los volcanes en erupción vomitan gases y pavimentan nuevas tierras con lava fresca.
La superficie terrestre es un rompecabezas de placas del tamaño de continentes que se empujan, se rozan y chocan entre sí, generando poderosos procesos que forman montañas y transforman paisajes.
Y el metabolismo geológico del planeta -especialmente el dinamismo de sus placas tectónicas- es también responsable de hacerlo habitable.
Si el planeta fuese una roca espacial fría, muerta e inerte, probablemente la vida como la conocemos no podría existir.
Otros mundos en el Sistema Solar tienen superficies antiguas con marcas de cráteres de millones o incluso miles de millones de años.
Sin embargo, sobre la Tierra, las placas tectónicas se desplazan y se deslizan, renovando constantemente su superficie. En las dorsales oceánicas el magma se eleva, formando una nueva corteza al separar dos placas
Cuando dos placas se presionan entre sí, una sección de una puede quedar bajo la otra. Ese proceso puede cavar trincheras oceánicas profundas o inducir erupciones volcánicas.
Y a veces, como en los Himalayas, las placas continentales chocan entre sí y, al no tener otro destino, construyen montañas.
El extraño caso de la isla que sufre 500 terremotos al año a pesar de que está lejos de cualquier falla geológica
Qué son las “cuasipartículas” y cómo pueden cambiar tu vida en el futuro
Proceso vital
Todo eso es esencial para que haya vida sobre la Tierra.
Esos procesos llevan carbono dentro y fuera del interior del planeta, regulando la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, un gas con efecto invernadero.
Cuando hay demasiado, la atmósfera atrapa mucho calor.
extraterrestre en el que puede haber vida.
"La temperatura de la superficie aumenta y la Tierra finalmente se convierte en un planeta como Venus", dice Jun Korenafa, geofísico de la Universidad de Yale, EE.UU.
Y si hay demasiado poco, todo el calor se escaparía dejando al planeta inhóspito y frío.
El ciclo de carbono, por lo tanto, actúa como un termostato global, regulándose a sí mismo cuando es necesario (aunque no toma en cuenta el exceso de dióxido de carbono que está causando el cambio climático por la actividad humana).
Un clima más cálido también genera más lluvia, que ayuda a extraer más dióxido de carbono fuera de la atmósfera.
El gas se disuelve en gotas que caen sobre la roca expuesta y las consecuentes reacciones químicas liberan el carbono y minerales como el calcio.
El agua entonces fluye a través de ríos y riachuelos, hasta alcanzar finalmente el océano donde el carbono forma rocas carbonatadas y objetos orgánicos como conchas marinas.
El carbonato se sedimenta en el fondo marino sobre una placa tectónica que queda bajo subducción, llevando el carbono al interior de la Tierra.
Entonces, los volcanes escupen el carbono de vuelta a la atmósfera en forma de dióxido de carbono.
Después de cientos de millones años, el ciclo finalmente se termina.
Actividad tectónica
Y no solo la subducción devuelve el carbono al manto terrestre: la actividad tectónica también lleva rocas frescas a la superficie que, expuestas, son cruciales para las reacciones químicas que liberan minerales.
Las montañas, formadas de placas tectónicas, canalizan el aire hacia arriba, donde se enfría, se condensa y forma gotas de lluvia que ayudan a extraer el carbono de la atmósfera.
Luego están los volcanes. "La placas tectónicas ayudan a mantener el vulcanismo activo por mucho tiempo", dice Brad Foley, un geofísico de la Universidad de Penn State, EE.UU.
"Si el vulcanismo no devolviera el dióxido de carbón a la atmósfera, el planeta podría quedar muy frío".
Y mantener un clima cálido es clave para un planeta habitable.
Placas y diversidad
Las placas tectónicas también hacen otras contribuciones.
Hay estudios que sugieren, por ejemplo, que la erosión y los procesos de meteorización eliminan de la roca elementos como el cobre, el zinc y el fósforo, llevándolos hasta el mar.
Son nutrientes importantes para organismos como el plancton y podrían haber sido responsables de estallidos de diversidad como la explosión cámbrica ocurrida hace 540 millones de años.
Hay pruebas que también sugieren que períodos de poca erosión -con menos nutrientes disponibles en el océano- coincidieron con eventos de extinción masiva.