A quienes beneficiaron y perjudicaron la ley de manos muertas
castilloaguirre
Afectó principalmente a las tierras procedentes de la Iglesia y ayuntamientos que fueron incautadas por el Estado y vendidas en pública subasta.La desamortización pretendió la formación de una propiedad coherente con el sistema liberal, es decir, la instauración de la propiedad libre, plena e individual que permitiera maximizar los rendimientos y el desarrollo del capitalismo en el campo. El patrimonio de las manos muertas no era ni libre (se trataba de una propiedad amortizada), ni pleno (en ocasiones, había cesión del dominio útil de la propiedad al censatario), ni individual (la titularidad correspondía colectivamente a una institución). La entrada de esta masa de bienes en el mercado se efectuó, en general, a través de dos procedimientos: la subasta al mejor postor como fórmula preferente y más extendida en el caso de propiedades plenas, y la redención por el censatario cuando se trataba de derechos.La desamortización se propuso, además, objetivos específicos. El nuevo régimen de propiedad serviría para concitar el apoyo de los compradores de bienes nacionales a la causa nacional y para debilitar las bases económicas de los enemigos de la revolución liberal. Los propietarios vincularían sus títulos recién adquiridos a la suerte del régimen político (base social para el liberalismo). Finalmente, el producto de las ventas sería aplicado a la amortización de la Deuda Pública y contribuiría a paliar las crecientes necesidades hacendísticas del Estado (obtención de ingresos para disminuir la Deuda Pública aceptando los títulos como forma de pago o destinando parte del dinero en metálico a la compra de títulos en el mercado; disminución de la Deuda Pública como requisito para la concertación de nuevos créditos; financiación de gastos extraordinarios, especialmente guerras y obras públicas esenciales; o aumento de los ingresos fiscales ordinarios a través de la nueva carga impositiva de los bienes desamortizados).