Se ha ganado el título de alter ego de Dickens. David Copperfield relata su vida en primera persona y muchas de sus desgracias de juventud remiten a las de su inventor: las largas jornadas en una fábrica, el trabajo en un bufete de abogados, los sueños con escribir... La figura de Copperfield sirve para entender la personalidad de su autor, y su ejemplo, el de ambos, cautivó a muchos: cuentan que fue la novela favorita de Freud, a Dostoievski le acompañó en prisión y hasta Kafka la imitó en 'Amerika'... El propio Dickens quedó enamorado de su creación, que reconoció como su «debilidad», su «hijo predilecto».
Junto a él, en las mismas páginas, 'vivieron' otros personajes que también hicieron historia: el corrupto Uriah Heep, la enamoradiza Agnes Wickfield o el señor Micawber—cuya habilidad para acumular deudas y ser encarcelado por ellas copió Dickens de su propio padre— son sólo algunas muestras. La obra fue su gran 'best seller' —vendió más de 100.000 ejemplares en apenas unos meses de 1850—, y en 1911 ya se versionó en el cine. Después vendrían más.
Respuesta:
David Copperfield
Se ha ganado el título de alter ego de Dickens. David Copperfield relata su vida en primera persona y muchas de sus desgracias de juventud remiten a las de su inventor: las largas jornadas en una fábrica, el trabajo en un bufete de abogados, los sueños con escribir... La figura de Copperfield sirve para entender la personalidad de su autor, y su ejemplo, el de ambos, cautivó a muchos: cuentan que fue la novela favorita de Freud, a Dostoievski le acompañó en prisión y hasta Kafka la imitó en 'Amerika'... El propio Dickens quedó enamorado de su creación, que reconoció como su «debilidad», su «hijo predilecto».
Junto a él, en las mismas páginas, 'vivieron' otros personajes que también hicieron historia: el corrupto Uriah Heep, la enamoradiza Agnes Wickfield o el señor Micawber—cuya habilidad para acumular deudas y ser encarcelado por ellas copió Dickens de su propio padre— son sólo algunas muestras. La obra fue su gran 'best seller' —vendió más de 100.000 ejemplares en apenas unos meses de 1850—, y en 1911 ya se versionó en el cine. Después vendrían más.