Muchos latinoamericanos enfrentan hoy una doble emergencia: fuera de casa el coronavirus, dentro de ella, sus agresores. El confinamiento y la necesidad de adaptar rutinas cotidianas a entornos digitales, la pérdida de empleos, la alternancia de trabajos domésticos y obligaciones laborales, ente otros factores, han aumentado el riesgo de violencia intrafamiliar. Los grupos más afectados son mujeres, menores y adolescentes, adultos mayores y las personas con discapacidad.
En la región andina algunos datos oficiales muestran un incremento de actos violentos dentro del hogar durante el aislamiento. En Colombia, del 25 de marzo al 4 de abril, los casos reportados a través de la Línea 155 al servicio de mujeres víctimas de violencia aumentaron un 110%,. En Perú, según datos del Programa Nacional para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres y el Grupo Familiar (AURORA) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), del 16 de marzo al 5 de mayo aumentó en un 44% el número de llamadas de menores a líneas de emergencia.
Respuestas de los gobiernos
Ante la inminencia del problema ¿Qué respuestas han desplegado los gobiernos de la región andina?
Mecanismos de actuación coordinada. Se han emitido normas especiales para que sistemas judiciales, policiales y otros servicios esenciales (como salud, protección, etc.) atiendan a las víctimas de forma coordinada e ininterrumpida durante el COVID-19. En Perú, por ejemplo, el Decreto 1470 protege a mujeres e integrantes del grupo familiar con medidas que privilegian la salida del agresor del hogar e impiden el contacto con sus víctimas.
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Muchos latinoamericanos enfrentan hoy una doble emergencia: fuera de casa el coronavirus, dentro de ella, sus agresores. El confinamiento y la necesidad de adaptar rutinas cotidianas a entornos digitales, la pérdida de empleos, la alternancia de trabajos domésticos y obligaciones laborales, ente otros factores, han aumentado el riesgo de violencia intrafamiliar. Los grupos más afectados son mujeres, menores y adolescentes, adultos mayores y las personas con discapacidad.
En la región andina algunos datos oficiales muestran un incremento de actos violentos dentro del hogar durante el aislamiento. En Colombia, del 25 de marzo al 4 de abril, los casos reportados a través de la Línea 155 al servicio de mujeres víctimas de violencia aumentaron un 110%,. En Perú, según datos del Programa Nacional para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres y el Grupo Familiar (AURORA) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), del 16 de marzo al 5 de mayo aumentó en un 44% el número de llamadas de menores a líneas de emergencia.
Respuestas de los gobiernos
Ante la inminencia del problema ¿Qué respuestas han desplegado los gobiernos de la región andina?
Mecanismos de actuación coordinada. Se han emitido normas especiales para que sistemas judiciales, policiales y otros servicios esenciales (como salud, protección, etc.) atiendan a las víctimas de forma coordinada e ininterrumpida durante el COVID-19. En Perú, por ejemplo, el Decreto 1470 protege a mujeres e integrantes del grupo familiar con medidas que privilegian la salida del agresor del hogar e impiden el contacto con sus víctimas.
JENNIE KIM<3