La diferencia entre el transporte pasivo y el transporte activo, es que el transporte activo requiere de un aporte adicional de energía (ATP) y produce el movimiento de sustancias en contra de su gradiente de concentración, mientras que el transporte pasivo no requiere de un aporte extra de energía
Explicación:
El término hace referencia al movimiento de las moléculas a través de una membrana celular desde una región de baja concentración a una región de alta concentración, o en dirección opuesta a algún gradiente o a algún otro factor obstructivo (con frecuencia en la dirección opuesta al gradiente de concentración). A diferencia del transporte pasivo, que utiliza la energía y la entropía natural de las moléculas moviéndose a favor de un gradiente, el transporte activo utiliza energía de las células para moverlas contra un gradiente, repulsión polar o algún otro tipo de resistencia.
El transporte activo se encuentra normalmente asociado con la acumulación de altas concentraciones de moléculas que la célula necesita, tales como iones, glucosa o aminoácidos. Si el proceso consume energía química, como la que se deriva del trifosfato de adenosina (ATP), se denomina transporte activo primario. Si el proceso hace uso de algún tipo de gradiente, por ejemplo un gradiente electroquímico, se denomina transporte activo secundario, son la captación de glucosa en los intestinos humanos y la captación de iones minerales en las células de los pelos de las raíces de las plantas.[1]
Respuesta:
La diferencia entre el transporte pasivo y el transporte activo, es que el transporte activo requiere de un aporte adicional de energía (ATP) y produce el movimiento de sustancias en contra de su gradiente de concentración, mientras que el transporte pasivo no requiere de un aporte extra de energía
Explicación:
El término hace referencia al movimiento de las moléculas a través de una membrana celular desde una región de baja concentración a una región de alta concentración, o en dirección opuesta a algún gradiente o a algún otro factor obstructivo (con frecuencia en la dirección opuesta al gradiente de concentración). A diferencia del transporte pasivo, que utiliza la energía y la entropía natural de las moléculas moviéndose a favor de un gradiente, el transporte activo utiliza energía de las células para moverlas contra un gradiente, repulsión polar o algún otro tipo de resistencia.
El transporte activo se encuentra normalmente asociado con la acumulación de altas concentraciones de moléculas que la célula necesita, tales como iones, glucosa o aminoácidos. Si el proceso consume energía química, como la que se deriva del trifosfato de adenosina (ATP), se denomina transporte activo primario. Si el proceso hace uso de algún tipo de gradiente, por ejemplo un gradiente electroquímico, se denomina transporte activo secundario, son la captación de glucosa en los intestinos humanos y la captación de iones minerales en las células de los pelos de las raíces de las plantas.[1]