Los padres tienen que enfrentar numerosas preocupaciones: el pago de la hipoteca, el seguro médico, el cuidado de los familiares de mayor edad y la crianza de los niños, por sólo mencionar algunas. En la medida que se acerca el comienzo del nuevo año escolar enfrentan factores estresantes adicionales como la compra de artículos de uso escolar, ropa y posiblemente de matrícula. Muchos padres también se preocupan porque sus hijos comienzan en una nueva escuela, cambian de distrito escolar, tienen ante sí un año académico riguroso, o enfrentan situaciones sociales difíciles. Con frecuencia, el miedo a lo desconocido — compañeros de clase, maestros, el edificio escolar — es el componente más estresante para la familia, tanto en el caso de los niños que deben abordar el ómnibus escolar, como de los padres que los despiden desde la acera.
“El fin del verano y el comienzo de un nuevo curso escolar puede ser un momento estresante para padres e hijos,” asegura la psicóloga Lynn Bufka, PhD. “Con frecuencia, en su búsqueda del equilibrio entre el trabajo y el hogar, los padres suelen ignorar los sentimientos de nerviosismo o ansiedad de los hijos cuando comienzan las clases. El trabajo conjunto con los niños en la creación de la capacidad de resistencia y flexibilidad, y en el control de las emociones, puede ser beneficioso para la salud psicológica de toda la familia.”
Por suerte, los niños son extremadamente capaces de hacerle frente al cambio, y los padres pueden ayudarlos en el proceso, proporcionándoles un entorno que fomente la capacidad de resistencia y flexibilidad, y les estimule a compartir y expresar sus sentimientos con respecto a su regreso a la escuela.
Los padres tienen que enfrentar numerosas preocupaciones: el pago de la hipoteca, el seguro médico, el cuidado de los familiares de mayor edad y la crianza de los niños, por sólo mencionar algunas. En la medida que se acerca el comienzo del nuevo año escolar enfrentan factores estresantes adicionales como la compra de artículos de uso escolar, ropa y posiblemente de matrícula. Muchos padres también se preocupan porque sus hijos comienzan en una nueva escuela, cambian de distrito escolar, tienen ante sí un año académico riguroso, o enfrentan situaciones sociales difíciles. Con frecuencia, el miedo a lo desconocido — compañeros de clase, maestros, el edificio escolar — es el componente más estresante para la familia, tanto en el caso de los niños que deben abordar el ómnibus escolar, como de los padres que los despiden desde la acera.
“El fin del verano y el comienzo de un nuevo curso escolar puede ser un momento estresante para padres e hijos,” asegura la psicóloga Lynn Bufka, PhD. “Con frecuencia, en su búsqueda del equilibrio entre el trabajo y el hogar, los padres suelen ignorar los sentimientos de nerviosismo o ansiedad de los hijos cuando comienzan las clases. El trabajo conjunto con los niños en la creación de la capacidad de resistencia y flexibilidad, y en el control de las emociones, puede ser beneficioso para la salud psicológica de toda la familia.”
Por suerte, los niños son extremadamente capaces de hacerle frente al cambio, y los padres pueden ayudarlos en el proceso, proporcionándoles un entorno que fomente la capacidad de resistencia y flexibilidad, y les estimule a compartir y expresar sus sentimientos con respecto a su regreso a la escuela.