Reuniones con los jugadores. Periódicamente es saludable realizar reuniones breves entre jugadores y cuerpo técnico para hablar sobre los objetivos conseguidos y los futuros. Dentro de estos objetivos no solo están los deportivos sino los educacionales como la higiene deportiva o el comportamiento. Deberemos dedicar unos minutos en estas reuniones para recordar a los jugadores los valores deportivos positivos.
Reuniones con los padres. Muchas veces, no se convoca a los padres para reuniones periódicas en las que además de hablarles de la evolución de sus hijos se deberán de recordar las normas de buen comportamiento como público.
Manejo de situaciones reales. Podemos tomar el rol de árbitro dentro del entrenamiento y sancionar acciones injustas para que los jugadores aprendan a dominar estas situaciones de reacciones adversas y comprender que el árbitro también se puede equivocar.
Compromiso del entrenador. No sirve de nada decirles unas palabras a los niños para que se porten bien si después durante un partido el primero en increpar el árbitro es el propio entrenador. Los niños hacen lo que ven.
Firma de acuerdos de régimen interno. Es conveniente tener unas bases en nuestra equipo o escuela deportiva en la cual queden reflejadas ciertas normas de comportamiento. El mero hecho de hacerles firmar a los padres e incluso a los propios jugadores les creará un sentimiento de estar infringiendo la “ley”. Sin ley no hay orden.
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Respuesta:
Reuniones con los jugadores. Periódicamente es saludable realizar reuniones breves entre jugadores y cuerpo técnico para hablar sobre los objetivos conseguidos y los futuros. Dentro de estos objetivos no solo están los deportivos sino los educacionales como la higiene deportiva o el comportamiento. Deberemos dedicar unos minutos en estas reuniones para recordar a los jugadores los valores deportivos positivos.
Reuniones con los padres. Muchas veces, no se convoca a los padres para reuniones periódicas en las que además de hablarles de la evolución de sus hijos se deberán de recordar las normas de buen comportamiento como público.
Manejo de situaciones reales. Podemos tomar el rol de árbitro dentro del entrenamiento y sancionar acciones injustas para que los jugadores aprendan a dominar estas situaciones de reacciones adversas y comprender que el árbitro también se puede equivocar.
Compromiso del entrenador. No sirve de nada decirles unas palabras a los niños para que se porten bien si después durante un partido el primero en increpar el árbitro es el propio entrenador. Los niños hacen lo que ven.
Firma de acuerdos de régimen interno. Es conveniente tener unas bases en nuestra equipo o escuela deportiva en la cual queden reflejadas ciertas normas de comportamiento. El mero hecho de hacerles firmar a los padres e incluso a los propios jugadores les creará un sentimiento de estar infringiendo la “ley”. Sin ley no hay orden.
Explicación:
esperó y te ayude me das corona xfavor :3 ♡