Ansiedad permanente: los peligros a los que se exponen los refugiados en su tránsito hacia sitios seguros provocan ansiedad permanente, incluso cuando ya no existen motivos reales para ello. Viven en el tiempo de la huida y el riesgo, que impide pensar con calma y serenidad. En los casos más graves, la ansiedad se materializa en episodios de esquizofrenia y trastornos similares.
Depresión: muchos de los refugiados pierden las ganas de seguir adelante después de una guerra. La destrucción material y la pérdida de vidas humanas afectan a su moral y sus ganas de insistir en sus proyectos o iniciar otros nuevos. Por lo general, de estos estados solo es posible rescatarles con ayuda psicológica o con proyectos de creación o expresión.
consecuencias de la guerra
Inseguridad y desconfianza: también es habitual que adopten una actitud de desconfianza hacia todo lo que les rodea. Los peligros a los que se han enfrentado en el trayecto en terceros países les han obligado a mirarlo todo con recelo. El miedo es la principal barrera para reconstruir sus historias de vida.
Desarraigo: es una de las consecuencias de la guerra más visibles en personas refugiadas. Vivir lejos del lugar de origen supone un duelo que en muchos casos se prolonga durante años. Y cuando es por causas como la guerra, se añade el dolor de haber sido forzado a hacerlo. El retorno es la forma más efectiva para superar el desarraigo; sin embargo, en la mayoría de los casos esto no es posible, y solo el hecho de iniciar una vida en otro lugar puede mitigar los efectos de esta pérdida.
Explicación:
Ansiedad permanente: los peligros a los que se exponen los refugiados en su tránsito hacia sitios seguros provocan ansiedad permanente, incluso cuando ya no existen motivos reales para ello. Viven en el tiempo de la huida y el riesgo, que impide pensar con calma y serenidad. En los casos más graves, la ansiedad se materializa en episodios de esquizofrenia y trastornos similares.
Depresión: muchos de los refugiados pierden las ganas de seguir adelante después de una guerra. La destrucción material y la pérdida de vidas humanas afectan a su moral y sus ganas de insistir en sus proyectos o iniciar otros nuevos. Por lo general, de estos estados solo es posible rescatarles con ayuda psicológica o con proyectos de creación o expresión.
consecuencias de la guerra
Inseguridad y desconfianza: también es habitual que adopten una actitud de desconfianza hacia todo lo que les rodea. Los peligros a los que se han enfrentado en el trayecto en terceros países les han obligado a mirarlo todo con recelo. El miedo es la principal barrera para reconstruir sus historias de vida.
Desarraigo: es una de las consecuencias de la guerra más visibles en personas refugiadas. Vivir lejos del lugar de origen supone un duelo que en muchos casos se prolonga durante años. Y cuando es por causas como la guerra, se añade el dolor de haber sido forzado a hacerlo. El retorno es la forma más efectiva para superar el desarraigo; sin embargo, en la mayoría de los casos esto no es posible, y solo el hecho de iniciar una vida en otro lugar puede mitigar los efectos de esta pérdida.