La Ley 133 de mayo de 1994, que reglamenta el principio constitucional sobre la libertad de culto (Artículo 19), establece que “el Estado no es ateo, agnóstico, o indiferente ante los sentimientos religiosos de los colombianos”[4].
¿Cómo se manifiesta la intolerancia religiosa?
Resultado de imagen para aún se presenta en Colombia la tolerancia religiosa
Intolerancia religiosa es una forma de intolerancia contra las creencias o prácticas religiosas (o la falta de las mismas) de una persona o grupo. Puede estar motivada tanto por creencias religiosas diferentes, como por otra clase de ideologías, así como por un sentimiento antirreligioso.
Este argumento, según sus exponentes, significaba estar acorde con los tiempos modernos y se esgrimía no solo a favor de la tolerancia religiosa sino también
en contra de la herencia española: defender la tolerancia religiosa implicaba atacar
el legado español en las excolonias. En Colombia, una vez obtenida la Independencia
no desaparecieron inmediatamente las estructuras de herencia hispánica. Se afirmaba que después de “triunfo tan maravilloso” fue necesario luchar contra “vicios” que
habían promovido los españoles para “sujetarnos más fácilmente”. Entre esos vicios
sobresalían la ignorancia, las supersticiones religiosas, las “creencias absurdas” promovidas por la Iglesia,10 y, por supuesto, la intolerancia religiosa.
A mediados del siglo XIX en un periódico liberal se afirmaba que el fanatismo
religioso era opuesto a la tolerancia religiosa, siendo el principio del fanatismo “muera
el que no piensa como yo”. Para hacer triunfar a la razón era necesaria la tolerancia.
Tolerar no era “admitir los errores”, era “no perseguir a los que los [profesaban]”. Se
indicaba que quien pretendiera imponer “una religión o un Gobierno” al pueblo por la
fuerza, “degollando” a quien se le opusiese, iba en contra de las creencias de ese pueblo. La tolerancia era la “virtud conservadora” de las sociedades “democráticas”, de lo
que se colegía que “los salvajes [eran] todos intolerantes”, en sus creencias religiosas.
De esta forma, sus defensores mostraban a la tolerancia religiosa como virtud de la
civilización.11
En el ideal de tolerancia se indicaba que era intolerante tanto el que insultaba
al que no reverenciaba un acto religioso, como el que quería “proscribir” una religión.
También lo era el que cuestionaba al monarquista como el que hacía lo mismo con
el republicano. Por el contrario, era tolerante el que practicaba su religión sin obligar
a otros a hacerlo.12 Según este razonamiento la tolerancia consistía en permitir que
los otros pensaran y obraran de acuerdo con su conciencia siempre y cuando ello no
atentara contra las bases de la sociedad. De igual manera permite ver la lectura de
la tolerancia religiosa como heredera de la Reforma protestante y de la modernida
Respuesta:
Tolerancia religiosa en Colombia
Estado laico, tolerancia y la libertad de culto
La Ley 133 de mayo de 1994, que reglamenta el principio constitucional sobre la libertad de culto (Artículo 19), establece que “el Estado no es ateo, agnóstico, o indiferente ante los sentimientos religiosos de los colombianos”[4].
¿Cómo se manifiesta la intolerancia religiosa?
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Intolerancia religiosa es una forma de intolerancia contra las creencias o prácticas religiosas (o la falta de las mismas) de una persona o grupo. Puede estar motivada tanto por creencias religiosas diferentes, como por otra clase de ideologías, así como por un sentimiento antirreligioso.
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Este argumento, según sus exponentes, significaba estar acorde con los tiempos modernos y se esgrimía no solo a favor de la tolerancia religiosa sino también
en contra de la herencia española: defender la tolerancia religiosa implicaba atacar
el legado español en las excolonias. En Colombia, una vez obtenida la Independencia
no desaparecieron inmediatamente las estructuras de herencia hispánica. Se afirmaba que después de “triunfo tan maravilloso” fue necesario luchar contra “vicios” que
habían promovido los españoles para “sujetarnos más fácilmente”. Entre esos vicios
sobresalían la ignorancia, las supersticiones religiosas, las “creencias absurdas” promovidas por la Iglesia,10 y, por supuesto, la intolerancia religiosa.
A mediados del siglo XIX en un periódico liberal se afirmaba que el fanatismo
religioso era opuesto a la tolerancia religiosa, siendo el principio del fanatismo “muera
el que no piensa como yo”. Para hacer triunfar a la razón era necesaria la tolerancia.
Tolerar no era “admitir los errores”, era “no perseguir a los que los [profesaban]”. Se
indicaba que quien pretendiera imponer “una religión o un Gobierno” al pueblo por la
fuerza, “degollando” a quien se le opusiese, iba en contra de las creencias de ese pueblo. La tolerancia era la “virtud conservadora” de las sociedades “democráticas”, de lo
que se colegía que “los salvajes [eran] todos intolerantes”, en sus creencias religiosas.
De esta forma, sus defensores mostraban a la tolerancia religiosa como virtud de la
civilización.11
En el ideal de tolerancia se indicaba que era intolerante tanto el que insultaba
al que no reverenciaba un acto religioso, como el que quería “proscribir” una religión.
También lo era el que cuestionaba al monarquista como el que hacía lo mismo con
el republicano. Por el contrario, era tolerante el que practicaba su religión sin obligar
a otros a hacerlo.12 Según este razonamiento la tolerancia consistía en permitir que
los otros pensaran y obraran de acuerdo con su conciencia siempre y cuando ello no
atentara contra las bases de la sociedad. De igual manera permite ver la lectura de
la tolerancia religiosa como heredera de la Reforma protestante y de la modernida
Explicación: