1.ayuda por fa. Realiza una critica del pensamiento cartesiano ofrecienso aciertos, diferencias, beneficios y limitacionesde de el. o del filosofo abordado.
En la comunidad científica no se ha establecido una definición unívoca y definitiva de lo que entendemos por «ciencia de la complejidad» (Morales-Enciso, 2012) ni de sus límites con la ciencia tradicional (si es algo diferente, complementario o sim-plemento una extensión). Por el momento, basta decir que se refiere a un conjunto de métodos y técnicas aplicadas con éxito a determinados problemas que la ciencia tradicional, en principio, no ha solucionado totalmente con sus propios métodos. Algunos autores se arriesgan en afirmar que estamos ante un nuevo paradigma y auténtica revolución científica (Maldonado & Gómez, 2010, p. 10).
Desde los inicios de la ciencia moderna la reducción de los fenómenos a sus componentes primarios ha sido uno de sus pilares fundamentales. Entender la unidad elemental del fenómeno constituye el cimiento para entender el fenómeno como totalidad. Por ejemplo, entender los seres vivos pasa por entender la célula, de la misma manera en que el átomo y las partículas elementales son fundamentales para entender la materia. En el caso de la medicina, es importante identificar el agente biológico patógeno (virus o bacteria) para curar la enfermedad. Las ciencias sociales y humanas, por su parte, siguen el principio del individualismo metodológico, ya que la sociedad vendría a conformarse como la sumatoria de las acciones y decisiones de los individuos al interior de la misma.
Entre los nombres más destacados de la nueva ciencia sobresalen Bacon, Galileo y Descartes. Analizaremos en la siguiente sección con detenimiento a Descartes, toda
vez que representa en buena medida el espíritu de lo que será el desarrollo científico posterior, en tanto referente del reduccionismo y del método analítico. Von Bertalanffy define el «proceder analítico» como el que constituye o reconstituye cualquier entidad en partes unidas. La ciencia clásica parte del principio básico del encadenamiento de elementos causales aislables y la búsqueda de unidades atómicas. «El progreso de la ciencia ha mostrado que estos principios clásicos, que Galileo y Descartes fueron los primeros en enunciar, tienen éxito espléndido en variadísimos
campos de fenómenos» (Von Bertalanffy, 2006, p.42).
Sin embargo, el método de reducción avanza hasta que encuentra inevitablemente fenómenos o problemáticas a las que es incapaz de brindar una solución satisfactoria. Es el caso, entre otros, de los sistemas biológicos, la aparición de la vida, los ciclos económicos, los fenómenos de masas, las enfermedades relacionadas con el código genético, el tránsito, entre muchos otros (Capra, 1998). El factor común entre los ejemplos mencionados consiste en la dificultad de reducir tales fenómenos a sus componentes primarios. En otras palabras, el fenómeno como totalidad es más que el comportamiento de sus partes.
La aplicación del procedimiento analítico depende de dos condiciones. La primera es que no existan interacciones entre «partes», o que sean tan débiles que puedan dejarse a un lado en ciertas investigaciones. Sólo con esta condición es posible «deslindar» las partes — real, lógica y matemáticamente — y luego volverlas a «juntar». La segunda condición es que las relaciones que describan el comportamiento de partes sean lineales; sólo entonces queda satisfecha la condición de aditivita, o sea que una ecuación que describa la conducta del total tiene la misma forma que las ecuaciones que describen la conducta de las partes; los procesos parciales pueden ser superpuestos para obtener el proceso total, etcétera. Semejantes condiciones no las cumplen las entidades llamadas sistemas, o sea consistente en partes «en interacción». El prototipo de su descripción es un conjunto de ecuaciones diferenciales simultáneas que son no lineales en el caso general. Puede ser circunscrito un sistema «o complejidad organizada» merced a la existencia de «interacciones fuertes» o interacciones no «triviales», es decir, no lineales. El problema metodológico de los sistemas,
pues, es vérselas con cuestiones que, comparadas con las analítico-aditivas de la ciencia clásica, son de naturaleza más general (Von Bertalanffy, 2006, p. 42).
¿De qué manera abordar el desafío que significan los sistemas en términos
epistemológicos? Debido a que son problemas que el método científico tradicional no aborda satisfactoriamente, la investigación de estos fenómenos ha impulsado el surgimiento de nuevas metodologías y métodos por medio de un proceso constante de ensayo y error.
La revolución de las ciencias de la complejidad
En la comunidad científica no se ha establecido una definición unívoca y definitiva de lo que entendemos por «ciencia de la complejidad» (Morales-Enciso, 2012) ni de sus límites con la ciencia tradicional (si es algo diferente, complementario o sim-plemento una extensión). Por el momento, basta decir que se refiere a un conjunto de métodos y técnicas aplicadas con éxito a determinados problemas que la ciencia tradicional, en principio, no ha solucionado totalmente con sus propios métodos. Algunos autores se arriesgan en afirmar que estamos ante un nuevo paradigma y auténtica revolución científica (Maldonado & Gómez, 2010, p. 10).
Desde los inicios de la ciencia moderna la reducción de los fenómenos a sus componentes primarios ha sido uno de sus pilares fundamentales. Entender la unidad elemental del fenómeno constituye el cimiento para entender el fenómeno como totalidad. Por ejemplo, entender los seres vivos pasa por entender la célula, de la misma manera en que el átomo y las partículas elementales son fundamentales para entender la materia. En el caso de la medicina, es importante identificar el agente biológico patógeno (virus o bacteria) para curar la enfermedad. Las ciencias sociales y humanas, por su parte, siguen el principio del individualismo metodológico, ya que la sociedad vendría a conformarse como la sumatoria de las acciones y decisiones de los individuos al interior de la misma.
Entre los nombres más destacados de la nueva ciencia sobresalen Bacon, Galileo y Descartes. Analizaremos en la siguiente sección con detenimiento a Descartes, toda
vez que representa en buena medida el espíritu de lo que será el desarrollo científico posterior, en tanto referente del reduccionismo y del método analítico. Von Bertalanffy define el «proceder analítico» como el que constituye o reconstituye cualquier entidad en partes unidas. La ciencia clásica parte del principio básico del encadenamiento de elementos causales aislables y la búsqueda de unidades atómicas. «El progreso de la ciencia ha mostrado que estos principios clásicos, que Galileo y Descartes fueron los primeros en enunciar, tienen éxito espléndido en variadísimos
campos de fenómenos» (Von Bertalanffy, 2006, p.42).
Sin embargo, el método de reducción avanza hasta que encuentra inevitablemente fenómenos o problemáticas a las que es incapaz de brindar una solución satisfactoria. Es el caso, entre otros, de los sistemas biológicos, la aparición de la vida, los ciclos económicos, los fenómenos de masas, las enfermedades relacionadas con el código genético, el tránsito, entre muchos otros (Capra, 1998). El factor común entre los ejemplos mencionados consiste en la dificultad de reducir tales fenómenos a sus componentes primarios. En otras palabras, el fenómeno como totalidad es más que el comportamiento de sus partes.
La aplicación del procedimiento analítico depende de dos condiciones. La primera es que no existan interacciones entre «partes», o que sean tan débiles que puedan dejarse a un lado en ciertas investigaciones. Sólo con esta condición es posible «deslindar» las partes — real, lógica y matemáticamente — y luego volverlas a «juntar». La segunda condición es que las relaciones que describan el comportamiento de partes sean lineales; sólo entonces queda satisfecha la condición de aditivita, o sea que una ecuación que describa la conducta del total tiene la misma forma que las ecuaciones que describen la conducta de las partes; los procesos parciales pueden ser superpuestos para obtener el proceso total, etcétera. Semejantes condiciones no las cumplen las entidades llamadas sistemas, o sea consistente en partes «en interacción». El prototipo de su descripción es un conjunto de ecuaciones diferenciales simultáneas que son no lineales en el caso general. Puede ser circunscrito un sistema «o complejidad organizada» merced a la existencia de «interacciones fuertes» o interacciones no «triviales», es decir, no lineales. El problema metodológico de los sistemas,
pues, es vérselas con cuestiones que, comparadas con las analítico-aditivas de la ciencia clásica, son de naturaleza más general (Von Bertalanffy, 2006, p. 42).
¿De qué manera abordar el desafío que significan los sistemas en términos
epistemológicos? Debido a que son problemas que el método científico tradicional no aborda satisfactoriamente, la investigación de estos fenómenos ha impulsado el surgimiento de nuevas metodologías y métodos por medio de un proceso constante de ensayo y error.
file:///C:/Users/gjose/Downloads/Dialnet-LosLimitesDelReduccionismoCartesianoFrenteAlSurgim-7475780.pdf