No oculto, desde el comienzo, la dificultad para realizar este trabajo. Por un lado, Samaniego, a pesar de ser tan oído, es un personaje que carece de los más elementales estudios. Cualquier tarea que se haga sobre él es una novedad. Además, los datos que se nos han dado han funcionado como tópicos sin que nadie se haya preocupado de desenmascararlos. La moralidad de sus fábulas, tomando este término en un sentido cristiano, precisa muchas matizaciones. Sin embargo, tachar a Samaniego de volteriano e irreligioso, como suele hacerse desde que el íntegro Menéndez Pelayo lo dijo, es sin duda excesivo y en parte supone un desconocimiento de la religiosidad del s. XVIII. Así, sería preciso ir revisando las escasas afirmaciones que sobre él se han hecho.
Respuesta:
No oculto, desde el comienzo, la dificultad para realizar este trabajo. Por un lado, Samaniego, a pesar de ser tan oído, es un personaje que carece de los más elementales estudios. Cualquier tarea que se haga sobre él es una novedad. Además, los datos que se nos han dado han funcionado como tópicos sin que nadie se haya preocupado de desenmascararlos. La moralidad de sus fábulas, tomando este término en un sentido cristiano, precisa muchas matizaciones. Sin embargo, tachar a Samaniego de volteriano e irreligioso, como suele hacerse desde que el íntegro Menéndez Pelayo lo dijo, es sin duda excesivo y en parte supone un desconocimiento de la religiosidad del s. XVIII. Así, sería preciso ir revisando las escasas afirmaciones que sobre él se han hecho.
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