1.Los mesoamericanos estuvieron dispuestos a conocer y adorar a los dioses cristianos así concibieron la pléyade de santos, vírgenes y apóstoles que acompañaban a la Santísima Trinidad porque sus religiones eran politeístas y tenían una larga tradición de aceptación de las divinidades de otros pueblos.
Por si esto no fuera suficiente, los nuevos dioses cristianos habían demostrado brutalmente su poder: para los es pañoles tanto como para los indígenas, la conquista de los mexicas fue, sobre todo, la derrota de su temible dios guerrero.
2. Los cronistas cuentan que ya durante la guerra de conquista los tlaxcaltecas se acogían a la protección de Santiago Matamoros y pronto hicieron lo mismo la mayoría de sus coterráneos, pues les convenía buscar el auxilio de las poderosas deidades de los españoles para evitar el triste destino de los mexicas.
3.1.En primera instancia, no hay que olvidar que los españoles destruyeron y proscribieron los templos, los cultos, los libros y las doctrinas de las antiguas religiones estatales mesoamericanas. Inhabilitaron de esta manera a las antiguas deidades tutelares, los dioses patronos que regían la vida ritual y política de los Estados mesoamericanos y que definían su historia, su identidad y su fuerza, desde la fertilidad de su maíz hasta el poderío de sus ejércitos.
1.Los mesoamericanos estuvieron dispuestos a conocer y adorar a los dioses cristianos así concibieron la pléyade de santos, vírgenes y apóstoles que acompañaban a la Santísima Trinidad porque sus religiones eran politeístas y tenían una larga tradición de aceptación de las divinidades de otros pueblos.
Por si esto no fuera suficiente, los nuevos dioses cristianos habían demostrado brutalmente su poder: para los es pañoles tanto como para los indígenas, la conquista de los mexicas fue, sobre todo, la derrota de su temible dios guerrero.
2. Los cronistas cuentan que ya durante la guerra de conquista los tlaxcaltecas se acogían a la protección de Santiago Matamoros y pronto hicieron lo mismo la mayoría de sus coterráneos, pues les convenía buscar el auxilio de las poderosas deidades de los españoles para evitar el triste destino de los mexicas.
3.1.En primera instancia, no hay que olvidar que los españoles destruyeron y proscribieron los templos, los cultos, los libros y las doctrinas de las antiguas religiones estatales mesoamericanas. Inhabilitaron de esta manera a las antiguas deidades tutelares, los dioses patronos que regían la vida ritual y política de los Estados mesoamericanos y que definían su historia, su identidad y su fuerza, desde la fertilidad de su maíz hasta el poderío de sus ejércitos.